UNA NOCHE CON SHARABIA

UNA HUELLA GRANDE. MÁS DE LO IMAGINADO

Es a veces demasiado el tiempo que se pierde imaginando grandes días que vendrán que se pierde el recuerdo de que ha habido en la vida de todos días pequeños o detalles pequeños dentro de esos días que han dejado una huella grande, más de lo imaginado también.

En CLAVE DE SOL, busamos mundos pequeños dentro de días, de simples días. Y anoche, día 29 de abril de 2012 fue uno de ellos.

El día iba transcurriendo desde bien tempramo para cada uno de nosotros como otro más. Pasaban las horas y se acercaban las nueve de la noche, esperabamos a SHARABIA, que nos vendrían a acompañar a BALY CLUB, y custodiabamos con mimo nuestro pequeño guión de todos los programas. 

Poco a poco fue llegando la tarde, y después la noche. CLAVE DE SOL comenzaba a representar la grabación con público, poco, la verdad, pero muy fiel, en general.

Y lo que surgió después de haber imaginado pequeñas cosas fue ni más ni menos que un equipo entero de manos de SHARABIA. Cinco músicos, sus cinco componentes: JUAN ARROYO (VOZ), JUAN JOSÉ PARRÓN, (GUITARRA), JESÚS ALCARAZ (BATERÍA), ANDRÉS CÁNOVAS (BAJO) Y QUIQUE RUIZ (TECLADO). Todo allí, todo con nosotros, y con vosotros. Verles montar el equipo ya merece una mención aparte, pero hacerlo como lo hicieron es un espectáculo. 

No teníamos más remedio que hacer el sótano un poco más grande, y Luis Miralles, Javi Buyo y yo, nos pusimos manos a la obra, empujamos con arte las paredes de una forma que en otra vida nos enseñó Groucho Marx, y conseguimos que de una tarde sencilla como la que tuvimos quedase esa gran pisada, esa huella grande, que, como a mí me gusta pensar, otra vez, fue mucho más grande de lo que imaginamos.

ASÍ FUE, UNA NOCHE CON SHARABIA.